lunes, agosto 21, 2006

CASO 2: ARROZ TRANSGÉNICO Y LA TÁCTICA MANIPULATORIA

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CASO N° 2: (Caso llegado a nuestro correo electrónico)
SOBRE UN PRODUCTO DERIVADO DE ARROZ TRANSGÉNICO

Hubo hace pocas semanas un gran revuelo (llamémosle así por ahora) por los ensayos clínicos que se realizaron en el Hospital del Niño con soluciones orales preparadas con productos derivados de arroz transgénico, soluciones tales que fueron empleadas en la unidad de rehidratación Oral de dicho Hospital en niños que acudían a emergencia por diarreas agudas.
Ya Ud. Debe conocer mejor que yo los argumentos arguídos tanto por las autoridades de dicho hospital como de los responsables de tal ensayo, además de la propia Ministra de Salud que defendió a capa y espada la validez de tales procedimientos.

Sin embargo, existen testimonios de las madres de los niños que “participaron” en dicho ensayo así como declaraciones de algunos profesionales que aún me permiten tener algunas reservas tanto en el fondo como en la forma en que se llevó a cabo este ensayo clínico:

La ex ministra de Salud, Pilar Mazzetti, se refirió en ese momento a la denuncia del uso de menores para la experimentación con arroz transgénico y afirmó que lo que se ha hecho es un ensayo clínico en el que a un grupo de niños con problemas de diarrea se les ha realizado exámenes diferentes.
Según se explicó, el arroz transgénico es un cereal manipulado al que se le aplica una serie de proteínas humanas para que obtenga las propiedades de la leche materna y así pueda ser orientado al tratamiento de la diarrea en menores de edad.

En base a esto mi pregunta es ¿ El producto o sustancia de un vegetal transgénico es molecularmente idéntico al que se produce en la leche materna? ¿Acaso no es cierto que las mutaciones o alteraciones moleculares no incluyen simples giros de radicales químicos y cambios de posición a nivel molecular? , es decir, yo puedo tener dos moléculas idénticas en composición, pero la estructura, el orden en que se ubica cada átomo puede variar, y dentro de una molécula de millones de átomos, que un solo átomo cambie el orden o posición en que se encuentra convierte a esa molécula en una completamente diferente a la original, una versión más exacta de lo que digo son los llamados “Isómeros”. Si considero esto, no puede usarse las proteínas de un arroz transgénico en niños con diarrea simplemente porque debe comprobarse en primer lugar que estas proteínas son estructuralmente y configuracionalmente idénticas a las sustancias originales, de lo contrario su efecto o productos de su metabolismo en un niño puede cambiar radicalmente.

Y hasta ahora nadie ha presentado una evidencia de tal hecho, porque aparentemente nadie lo ha solicitado. Mi teoría sería disparatada incluso para mí mismo si no hubiera además visto en el periódico “Gestión Médica” (Nro. 470, Agosto 2006) un artículo sobre los Biofármacos Genéricos, donde entre otras cosas se afirma:
“ los biofármacos son proteínas que tienen una actividad farmacológica, y se preparan mediante procesos biotecnológicos. Para ello se usan bacterias, microorganismos a los cuales se les modifica genéticamente para que produzcan una sustancia específica”.
“…Lo que se viene ensayando es utilizar plantas, especies vegetales como el banano, tabaco, tomate, algodón, maíz, arroz, etc. para en esos vegetales hacer lo mismo que se hace con las bacterias y microorganismos”
"Los biofármacos se preparan por procesos biotecnológicos. No son como los fármacos convencionales, producto de síntesis química…en ese tipo de fármacos, si bien es cierto lo que se utiliza es el producto, la sustancia final, se considera que el producto es todo el proceso de producción…”

Y luego se agrega
“ Si bien muchos de esos biofármacos están dando soluciones espectaculares para diversas enfermedades, dadas las características de esos medicamentos no existen todavía evidencias en el mundo de los riesgos que pueden darse a futuro. . Hasta ahora no hay informes ni reportes de ese tipo y los riesgos más importantes en este momento son la inefectividad, que el fármaco no surta ningún efecto; y la seguridad, es decir que puedan producir algún efecto tóxico, una reacción no prevista".
Esto explica porqué organismos como la FDA en EEUU no aprueba los ensayos de estos productos derivados del arroz transgénico (como la misma empresa farmacéutica admitió en su momento) en humanos, debe comprobarse primero que su comportamiento es idéntico al de la sustancia original.

Si se considera entonces que los “biofármacos” deben contar con sus propios ensayos clínicos antes de su experimentación en los pacientes (especialmente en niños), estoy viendo que hay un asunto importante de responsabilidad que no se tomó en cuenta al involucrar a niños en este ensayo. Están permitiendo el consumo experimental de una sustancia que ni siquiera se ha probado en animales de laboratorio, no importa qué tan inocua parezca o qué tan confiables sean sus orígenes o fabricación.

¿Por qué no podemos ser guardianes tan celosos de la salud de nuestros niños como lo hacen los integrantes de la FDA en EEUU?

El consentimiento informado implica no sólo que se le informe al paciente sobre un procedimiento sino además asegurarse que lo entienda y además, mucho más importante tal vez, que entienda que ante todo tiene la oportunidad de negarse a aceptar un tratamiento experimental a su dolencia sin que ello implique el abandono de otros medios convencionales alternativos de tratamiento, y además que tiene un tiempo para pensar al respecto (horas o días), el tener tiempo para “meditar” o hacer preguntas al respecto es también un derecho del paciente.

Sin embargo no fue lo que se observó cuando entre los testimonios de algunas madres de los niños que estuvieron involucrados en este “ensayo” se refiere que fueron abordadas en el momento que llegaron a la emergencia del Hospital con sus niños en brazos, que al llevarlos a la Unidad de rehidratación Oral se les presentó un documento de seis o siete páginas y se les pidió que firmaran para permitir el tratamiento de su hijo. Y en ningún momento se les preguntó si habían entendido, mucho menos tuvieron la oportunidad de hacer preguntas.

Hay que considerar lo siguiente: una madre que tiene un hijo en emergencia sólo desea una cosa: que traten a su niño lo más pronto posible, no tiene ni tiempo ni cabeza para leer documentos de siete páginas, o para meditar sobre su participación o no en un ensayo clínico, además no se le ofreció otras terapias convencionales ni se le dijo que si quería podía negarse al ensayo, una madre de familia en esas circunstancias no puede tomar una decisión así, no tenía el tiempo o la oportunidad de “negarse”. Esa fue una táctica manipulatoria de aquellos que abordaron a una madre de familia en una condición vulnerable, y por demás inapropiada.


La compañía farmacéutica responsable de dicho ensayo clínico refiere que no se va a realizar ningún seguimiento posterior a loa niños que participaron, como lo confirman algunas madres que testimoniaron que ningún profesional se ha acercado a preguntar sobre el estado de salud de sus niños. ¿Acaso no se debe realizar un seguimiento a los pacientes participantes en el consumo de un nuevo fármaco o medicamento, o nuevo suero de rehidratación oral, por posibles efectos adversos a largo plazo?.

Le envío la presente Dr. Maylle Antaurco para plantearle estas dudas que creo son justificadas, (¿Son mis dudas justificadas o no?) si me equivoco o caigo en un error en este caso cuento con su opinión al respecto si lo cree pertinente.
Agradeciéndole de antemano
Atentamente
Dr. Oscar Eusebio Gallegos
CMP 43250

Fue respondido en su oprortunidad.

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